El magnesio es un mineral esencial para los músculos, los nervios y el sueño. Sin embargo, no todas las formas se absorben igual ni sirven para lo mismo.
El citrato de magnesio se absorbe bien y se usa cuando se busca un efecto laxante suave o aliviar el estreñimiento ocasional. El glicinato de magnesio es ideal para mejorar el sueño y calmar la ansiedad, porque es más suave para el estómago y no suele causar diarrea. El cloruro de magnesio también se absorbe bien y es útil para calambres musculares o fatiga. Por otro lado, el óxido de magnesio se usa más como laxante, pero su absorción es menor.
Como se puede ver, cada forma puede ofrecer beneficios; sin embargo, no significa que se pueda autoadministrarse ni que no tenga efectos adversos. Cuándo, cuánto y cuál debe ser indicado por el profesional de la salud. En mi siguiente columna, te explicará qué ocurre si se consume más de lo necesario.
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