Escrito está que cada pueblo tiene las autoridades que se merece. Hace tiempo que los peruanos votamos mal, que nos equivocamos al elegir a nuestros alcaldes, gobernadores, congresistas y mandatarios.
Las pruebas están al canto y resulta sintomático el hecho de que el vaivén noticioso oscile entre los escándalos por coimas, como es el caso de Odebrecht, y el ampay al alcalde de Chilca forrado en dinero y lujos aparentemente frutos del crimen organizado.
La cereza de la torta la ha puesto el congresista Bienvenido Ramírez y su versión sobre el Alzheimer. Qué tal otorongo.
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