Lima -sobre todo en la zona del Centro Histórico y en las áreas más antiguas- es una bomba de tiempo, porque en cualquier momento pueden desatarse incendios que arrasen con inmuebles y cobren vidas.
Los viejos cableados en las casonas -donde nadie recuerda que los cables de electricidad deben cambiarse- son causantes de incendios por cortocircuitos.
También son peligrosas las telarañas de cables eléctricos y de telefonía en las calles y las conexiones clandestinas de electricidad. Las autoridades deben controlar todo ello para prevenir incendios que pueden evitarse.
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