Estas son las cosas “que marcan choro, por mi madrecita”, como diría el entrañable Tulio Loza. Nos referimos a la liberación del empresario Guillermo Riera, quien causó la muerte de tres jóvenes y dejó grave a otro al atropellarlos en la Costa Verde. Y, por si fuera poco, fugó del país.
El juez que le dio nueve meses de prisión preventiva ahora se tira para atrás y lo manda a su casa, bajo el alegato de que “no hay peligro de fuga” y “está acreditado su arraigo familiar y laboral”.
Así no es. Hay tres muertes de por medio, sin embargo eso le parece poco a este magistrado. Muy mal.
OJO CON ESTO:
Con OJO crítico: Jugamos todos
Con OJO crítico: La estrella de Pizarro
Con OJO crítico: Prevenir, no lamentar
Con OJO crítico: El Perú está primero
Con OJO crítico: Nada es imposible
Con OJO crítico: El pueblo pierde
Con OJO crítico: Alerta por sismos
HAY MÁS...