La cena de Navidad puede ser un reto para las personas con diabetes, pero con planificación, es posible disfrutarla sin comprometer la salud. Lo primero es evitar los excesos: que tu porción no supere el aro interno del plato y elige alimentos con bajo índice glicémico, como vegetales frescos, proteínas magras (pavo o pescado) y carbohidratos complejos (como quinua o camote entero, no puré).
Evita los alimentos altos en azúcar, como postres tradicionales y bebidas azucaradas. Si deseas algo dulce, opta por versiones sin azúcar o comparte una porción pequeña. Además, controla el consumo de grasas saturadas, que pueden elevar el colesterol.
No saltes comidas y evita llegar con hambre extrema a la cena. Por último, mantén la hidratación con agua o infusiones sin azúcar y recuerda medir tus niveles de glucosa antes y después de la comida para mantener el control.
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