El deporte por las mañanas no debe practicarse en ayuno ni habiendo tomado un desayuno completo, ambas situaciones afectan el rendimiento de la actividad física, así como la salud.

Por un lado, ejercitarse en ayuno provoca que los niveles de glucosa en sangre, que ya amanecen bajos normalmente, disminuyan más generando un estado de hipoglicemia (cuando la glucosa está por debajo de lo normal). Esta condición puede causar síntomas como náuseas, mareos o desvanecimiento.

En tanto, ejercitarse inmediatamente después de haber ingerido una comida principal como el desayuno ocasiona que se incremente el trabajo cardiaco, ya que debe abastecer de oxígeno a los músculos y al mismo proceso de digestión. En personas susceptibles puede alterar el ritmo cardiaco, provocar síncope e, incluso, causar un evento cardiaco mayor.

Lo recomendable es romper el estado de ayuno con un alimento o líquido de fácil digestión y de pequeño volumen como la fruta.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: