¿Qué se celebra hoy, 31 de octubre? Seamos sinceros, Halloween, ¿verdad? ¿O me van a decir que lo primero que se les vino a la memoria es la canción criolla?

Es una pena, pero nuestra música ha pasado a un segundo plano ante la ruidosa parafernalia de La noche de las brujas, y solo los criollos estoicos, los de pura cepa y que cada vez son menos, van a las peñas o clubes sociales para echarse un pie al son de un valsecito de la guardia vieja.

Y vieja es esta discusión sobre qué prefieren festejar los peruanos cada 31 de octubre. La respuesta está en las calles, tiendas, discotecas, chupódromos y centros comerciales, donde arañas, brujas, máscaras, disfraces de toda laya y calabazas dominan la escenografía, mientras los recovecos en los que se cultiva el Día de la Canción Criolla ponen velitas para que las sillas no queden vacías.

El resto del año, la música nuestra resuena en algunas radios solo para acompañar el almuerzo. Asociamos criollismo con comida y no sabemos si eso es un mérito o un demérito.

¿Qué pasará el día que ya no tengamos a Eva Ayllón, Bartola o Lucía de la Cruz? No hay renovación a la vista precisamente por este desdén a la promoción y sostenimiento de la música de bandera. Ya no estoy tan seguro de si el criollismo no ha muerto ni seguirá muriendo, como aseguran algunos.

Esto fue todo por hoy, rasgo mi guitarra, guardo el lápiz, hasta mañana.

Esto fue todo por hoy, rasgo mi guitarra, guardo el lápiz, hasta mañana.