Qué tal.
Quien le puso por nombre “La Botica”, realmente dio en el clavo. Y es que en el chat naranja hay de todo, como en botica precisamente, aunque la medicina que ofrecen puede resultar peor que la enfermedad.
Hace poco, en la antesala de las audiencias que definirán su destino en el “caso cócteles”, Keiko Fujimori invocó al presidente Martín Vizcarra una “agenda de reencuentro nacional”.
Este pedido no evidencia un soporte político y menos visos de sinceridad si nos atenemos a las nuevas conversas de “La Botica”, publicadas hoy por El Comercio, que más bien sugieren una declaración de guerra en pos de defender sus intereses personales y partidarios.
Frases como “que el gobierno se vaya al carajo con su referéndum”, salida de los dedos de Héctor Becerril y “Ahora solo hemos blindado a (César) Hinostroza”, obra maestra de Alejandra Aramayo, demuestran además que la preocupación fujimorista por las reformas que necesita el país y la lucha contra la corrupción es nula.
Y esto no es solo un cotorreo político, como alegan, sino una abusiva estrategia para ponerle trabas a la justicia. Acción que es imperdonable desde todo punto de vista.
Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta mañana.
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