Las distorsiones cognitivas son errores del pensamiento que pueden provocar malestar emocional, ansiedad o depresión. Conocerlas nos ayuda en tener una mente más positiva y racional. Te comparto algunas:

1. Filtraje selectivo. Solo se filtra lo negativo (de uno, de los demás o de las circunstancias) y la parte positiva se olvida. Ejemplo: un empresario ha tenido éxito en el 90 % de sus negocios, pero está obsesionado por aquellos en los que ha fracasado. También hay filtrajes causados por el estado de ánimo: los depresivos filtran situaciones con negativismo, los ansiosos filtran las situaciones que suponen riesgo o peligro para ellos.

2. Pensamiento polarizado o blanco-negro. La persona valora cualquier cosa de forma extrema, sin tener en cuenta posibles matices intermedios. Ejemplo: una persona que no encuentra chamba piensa que es un incompetente y no sirve para nada. O un estudiante que reprueba matemáticas y se dice que no sirve para ellas.

3. Sobregeneralización. Es la tendencia a pensar que cuando se repite una situación, el futuro siempre traerá la misma experiencia desagradable (esto sin una razón objetiva). Ejemplo: me fue mal con algunas relaciones de pareja, no sirvo para estar en pareja.

4. Visión catastrófica. Cuando una persona siempre piensa en lo peor sin tener motivos concretos. Ejemplo: “Y si va en coche, puede tener un accidente”. “¡Si viajo, se va a caer el avión!”.

5. Personalización. Es tomarse las cosas de manera personal. Consiste en el hábito de pensar, sin base suficiente, que todo lo que los demás piensan, dicen o hacen está relacionado con uno mismo. Se interpreta como información para juzgarse y compararse con los demás.

6. Razonamiento emocional. Consiste en creer que lo que la persona siente es verdad por el mero hecho de que lo siente. Ejemplo: si me siento así es porque soy/ o ha ocurrido o va suceder.

Conocer las distorsiones cognitivas, es decir errores del pensamiento, nos ayuda en tener una mente más positiva y racional.

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