resultó peor de lo que se ha escrito de él hasta el momento. En un año y 130 días lo pudrió todo en el país y, cuando las investigaciones fiscales lo fueron cercando, salió tembloroso a leer un comunicado con el intentó perpetrar un golpe de Estado. Esos maquiavélicos tentáculos del profesor chotano ahora tienen otro capítulo de la vergüenza: La Fiscalía allanó ayer la casa del Comandante General de la Policía, Raúl Alfaro Alvarado, por su presunta vinculación con Jorge Hernández Fernández, alias , relacionado con la supuesta red de espionaje liderada por el hoy inquilino del penal de Barbadillo. Ahí está la fotografía -algo así como la prueba del delito- que deja sin alegatos al oficial de alto rango. Esto, desde luego, afecta la imagen de la PNP, cuyos valerosos integrantes, con la poca logística con que cuentan, tratan de poner en vereda a la delincuencia común y el crimen organizado. Con jefes así...