Las abultadas cifras dadas en el Congreso sobre robos y extorsiones en el país son alarmantes, sin embargo, deben tomarse con pinzas debido a que estamos seguros de que esos números no registran la real dimensión del problema, si tenemos en cuenta a la gran cantidad de personas que prefieren no denunciar ante la Policía Nacional que han sido o están siendo víctimas del accionar de delincuentes. No todos los robos y atracos son reportados ante una comisaría y lo mismo sucede con las extorsiones, ya que muchos prefieren pagar para no terminar siendo víctimas de las amenazas de estos delincuentes que en muchos casos no están para juegos. Miremos lo que le ha pasado hace dos días en San Juan de Lurigancho al llamado “Rey del caldo de gallina”, quien fue asesinado por no pagar los dos mil soles que le exigían. ¿Quién responde por esto? Se habla del “Plan Bukele” y del “Plan Boluarte”. Lo cierto es que algo hay que hacer.