La noche del viernes 22 de julio se reportó el fallecimiento de cinco personas en un incendio que consumió una fábrica clandestina de pirotécnicos en el distrito de Ate. (Foto: Twitter/Facebook)
La noche del viernes 22 de julio se reportó el fallecimiento de cinco personas en un incendio que consumió una fábrica clandestina de pirotécnicos en el distrito de Ate. (Foto: Twitter/Facebook)

Nuevamente la informalidad cobra vidas. La noche del viernes un incendio en una fábrica clandestina de pirotécnicos en Ate dejó cinco fallecidos, seis heridos y tres familias que lo perdieron todo. Una tragedia que pudo evitarse, si los vecinos hubieran denunciado que el taller operaba de forma clandestina y si la municipalidad hiciera su trabajo de fiscalización, porque valgan verdades, esos talleres pirotécnicos si bien son clandestinos, todo el mundo sabe dónde están y que operan de forma irregular. Cuántas personas más tendrán que perder la vida para poner fin a estos negocios, lamentablemente la necesidad de tener un trabajo obliga a muchos a callar. Un día antes de esta tragedia, otro incendio se registró en una galería en Gamarra, que por suerte no dejó víctimas que lamentar. Se pudo conocer que el establecimiento no había implementado adecuadamente su gabinete contra incendios y por ello no pudieron controlar la emergencia. Dos siniestros que tienen en común la informalidad y la dejadez. ¡Cuándo aprenderemos!