Dolió la salida de Ricardo Gareca de la dirección técnica de la selección de fútbol y duele más ahora que se ha ido con Chile, el clásico rival. Sin embargo, es momento de dar la vuelta a la página y entender que la etapa del “Tigre” en estas tierras terminó por una pésima gestión de la dirigencia de la Federación Peruana de Fútbol (FPF). Queda el agradecimiento a un personaje que nos llenó de alegría a fines de 2017, cuando llegamos a un mundial después de 36 años. El caballero, un excelente profesional por donde se mire, ha tomado otros rumbos y ahora tenemos al frente de la selección a Jorge Fossati. Debemos apoyar este nuevo proceso luego del desastre que implicó el paso de Juan Reynoso por la Blanquirroja, si es que queremos que nuestra bandera flamee en el siguiente mundial de fútbol. El popular “Cabezón” nos ha dejado en la cola de la tabla y hay mucho que remontar, y qué mejor si es con el apoyo incondicional del hincha que sabe lo que es sufrir, pero también lo que es ganar.