Las extorsiones parecen estar desbordando la capacidad de reacción de las autoridades y también la paciencia de los peruanos. Hoy este delito persigue a pequeños empresarios, autoridades locales, artistas y hasta profesores de colegios que son obligados a no desaprobar a sus alumnos. La situación es crítica, pues a los delincuentes peruanos de siempre, se han sumado cientos de criminales venezolanos que se han convertido en una pesadilla para el país, especialmente por su alto grado de agresividad. El apodado “Maldito Cris” fue un ejemplo de la brutalidad con la que actúan estos hampones extranjeros. Si la Policía Nacional no pone especial énfasis en la lucha contra las extorsiones así como se hace frente al terrorismo, narcotráfico, robos, estafas y demás delitos, nadie nos va a sacar de esto. Ni con tanques en las calles se podrá avanzar. Eso es netamente trabajo policial, y por eso es urgente reforzarlo con personal capacitado y tecnología.