Esperamos que la Policía haga bien su trabajo y rescate sana y salva a la joven Lucero Trujillo, quien ha sido secuestrada en el negocio de su padre ubicado en Comas. Además, los delincuentes que han privado de su libertad deben ser arrestados y condenados a muchos años en prisión, pues no se puede permitir que el rapto de personas siga creciendo en el país luego de haber desaparecido por muchos años. Lamentablemente, la criminalidad se ha desbordado y estamos siendo testigos de situaciones que hace tiempo no teníamos ante nuestros ojos como son el secuestro y el asalto a bancos. Sean peruanos o venezolanos, los autores de estas modalidades no pueden estar más tiempo operando. Y como vemos, esto no se soluciona con tropas en las calles ni estados de emergencia, sino con un fino trabajo policial que tiene que ser repotenciado. Desde estas páginas nos solidarizamos con el pesar de Lucero y su familia, y hacemos votos para que pronto pueda estar en casa con sus seres queridos.