El comandante general de la Policía, Jorge Angulo, ha dicho ayer que en los últimos tiempos se han producido en el país ocho secuestros, uno de los que acabó en el asesinato de la víctima, con lo que tenemos una situación muy delicada si consideramos que en los últimos años ese cruel delito casi había desaparecido del Perú. Esto debe llevar a la Policía a realizar un intenso trabajo para impedir que bandas de delincuentes sigan cometiendo este delito que a inicios de los años 80 era perpetrado por prontuariados hampones que en su mayoría acabaron presos o muertos, y más tarde por los asesinos de la banda terrorista denominada MRTA. No podemos volver al duro pasado. Se debe tener en cuenta que a diferencia de lo que sucedía antes, ahora las víctimas de secuestro no son necesariamente gente de mucho dinero, sino emprendedores, profesionales y empleados de clase media como el odontólogo que antes de ser asesinado dejó un video en que pedía a su familia que pague el rescate exigido por los hampones. De terror.