Hace unos días conocimos el caso de la periodista Verónica Linares, que es víctima de acoso desde hace dos años por parte de un sujeto con problemas psiquiátricos. Y aunque el acosador no podrá recluido en la cárcel, por su condición mental, existe una sentencia del Poder Judicial para que el Estado, por medio del Ministerio de Salud (Minsa), se haga cargo de él, pero esto no se ha producido. Lamentablemente, el Minsa no cuenta con la capacidad de atender este tipo de situaciones. Basta con ver en las calles indigentes con notorios problemas mentales abandonados a su suerte porque sus familiares ya no pueden con ellos y tampoco hay establecimientos de salud que los acojan. Es más, la salud mental en nuestro país no parece ser una política de Estado. Casos como el del chofer de cúster que atropelló y mató a otro conductor porque este le reclamó ante un choque, muestra los niveles de violencia que hay en nuestra sociedad, y de los serios problemas de salud mental que en ella persisten. La salud mental está en abandono. Algo se tiene que hacer.