En nuestro país el sicariato avanza día a día a vista y paciencia de nuestras autoridades que poco hacen por ponerle freno. El lunes, un pistolero a sueldo llegó, con el rostro descubierto, fingiendo ser un notificador, hasta la puerta de un colegio en Ate y mató a balazos a un docente. El asesino preguntó por su víctima y tras asegurarse de quién se trataba, al ver al profesor parado en la puerta rastrilló su arma y le impactó tres certeros balazos en la cabeza delante de los escolares. El sicario huyó a bordo de una moto donde lo esperaba su cómplice. Todo esto quedó grabado por las cámaras de seguridad. Ante esta ola de criminalidad, el premier Gustavo Adrianzén reconoce que desde que se decretó el estado de emergencia “los resultados son buenos, pero no son los que estamos esperando” y evalúan ampliar la emergencia. Si aún no se obtienen los resultados esperados, el gabinete debería replantearse la estrategia para frenar la ola de criminalidad, de lo contrario los asesinatos continuarán.