Aunque suene repetitivo, no nos cansaremos de mencionar en esta columna que el tema de la inseguridad ciudadana se está saliendo de control. Ayer, a plena luz del día, en el emporio comercial de Gamarra, uno de los lugares con mayor movimiento de gente y dinero, cuatro delincuentes cogotearon y asaltaron a mano armada a un cambista. Un espacio que supuestamente cuenta con presencia policial. ¿Dónde estaban los 250 agentes que vigilarían las 24 horas del día Gamarra?, tal como lo prometió el pasado 20 de julio el ministro del Interior, Juan Santiváñez. Al parecer, las promesas se las llevó el viento. Entendemos que ayer 30 de agosto, por ser Día de Santa Rosa de Lima, patrona de la Policía Nacional del Perú, los efectivos estaban rindiendo honores a la santa limeña, como es tradición; pero no se puede abandonar el trabajo de custodiar la seguridad de la ciudad en zonas con alta incidencia delictiva, ¿o es que realmente no se han asignado a los efectivos que el ministro ofreció?