El corte del servicio de agua potable a la mitad de los habitantes de la capital sigue trayendo cola, pues la ministra de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Hania Pérez de Cuéllar, ha dicho que su sector no puede garantizar que los plazos dados por Sedapal para el restablecimiento del servicio, puedan cumplirse a cabalidad. Pero no solo eso. La jefa del sector ha indicado que se enteró de la restricción del vital suministro a través de las redes sociales, dejando en claro que la empresa estatal cree que vive en una nube o en otra galaxia, ya que no solo no informa debidamente a la población, sino tampoco a la responsable política del sector al que pertenecen, para que se puedan tomar medidas de forma oportuna. Hoy la gente en las calles está preocupada porque no hay la precisión que se necesita en este tipo de situaciones. Es evidente que hay que mochar varias cabezas en esa burocracia dorada, empezando por los responsables de las comunicaciones.