El uso de la sal, azúcar y vinagre, el humo, el alcohol o sumergir en grasa son métodos de conservación que han utilizado diversas civilizaciones por siglos.
La salazón conserva debido a que absorbe la humedad deteniendo la actividad microbiológica.
Mantener sumergido en grasas los alimentos los aisla de los gérmenes prolongando así su tiempo de vida.
El vinagre, por su parte, también evita la humedad del alimento, pero puede requerir una ligera cocción previa ya que no tiene el impacto de la sal.
El ahumado (uso de humo) también conserva. Primero, se suele deshidratar el alimento con sal y luego terminar de secar o sellar con humo. Este método, además, brinda un sabor especial a los alimentos.
Si bien son métodos ancestrales, la historia nos muestra que no son necesariamente lo mejor para la salud.
Regiones donde las dietas son ricas en ahumados, embutidos, salazonados o con poco uso de refrigeración suelen tener una mayor prevalencia de cáncer al estómago.
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