El 30% de las proteínas que conforman nuestro cuerpo es colágeno y sirven, principalmente, para dar estructura y elasticidad a los tejidos.

Desde que nacemos nuestro cuerpo recicla colágeno, es decir todo el tiempo forma colágeno nuevo para el recambio lo que permite que el cuerpo se desarrolle. Pero, cuando llegamos a la edad madura, esa capacidad de recambio disminuye y con ello aparecen los signos de vejez en la piel como las arrugas, adelgazamiento de la piel, sequedad, etc.

Por otro lado, es preciso destacar que el colágeno no solo es constituyente a ese nivel, sino que tejidos cartilaginosos, como los que tenemos en las articulaciones, también pueden sufrir mayores desgastes.

No hay estudios que demuestren que los suplementos completen el colágeno que dejamos de formar. Lo relevante aquí es manejar un estilo de vida saludable, que relentecen los procesos de envejecimiento, como el ejercicio físico constante, incluir en la dieta alimentos ricos en antioxidantes y reducir el estrés.

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