También llamada “grasa marrón” es parte de lo que constituye la grasa corporal junto a la grasa blanca. Esta última tiene como parte de sus funciones ser gran reservorio de energía; la parda, en cambio, gasta esa energía para dar calor al cuerpo y mantener nuestra temperatura corporal.

Para tener una idea, por cada 50 gramos de grasa blanca, la misma que buscamos reducir en el sobrepeso, se reservan 300 calorías. En tanto, por cada 50g de grasa parda se gastan 300 calorías. En la composición corporal de un adulto, la grasa blanca predomina y la cantidad de grasa parda es pequeña.

Los estudios nos muestran que poblaciones sometidas a climas bastante fríos, como en la zona de Alaska o los países nórdicos de Europa, tienen más grasa parda y/o es más eficiente, se cree que aun cuando se tenga menos grasa parda, exponerse a bajas temperaturas o baños de agua fría por pocos minutos podría activarla.

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