El sistema inmune constituye, por excelencia, nuestra herramienta para defendernos de agentes diversos que el cuerpo reconoce como agresores. Estos pueden ser: virus, bacterias, proteínas, aditivos o diferentes constituyentes de los alimentos o, en ocasiones, moléculas o células propias del organismo por la que se desarrollan una serie de enfermedades autoinmunes.
El sistema inmune no está conformado exclusivamente por las células específicas en la sangre y sus metabolitos, sino también por la importante barrera colónica que está compuesta por los millones de microorganismos que viven ahí. De hecho, no sólo tenemos microbiota en el colon, también está presente lo largo del tracto gastrointestinal, en los genitales, entre otros tejidos expuestos al medio ambiente.
La barrera colónica es muy importante para la salud. A ese nivel interactúan con moléculas reaccionando de la misma manera como ocurre en la circulación general. Es aquí donde la fibra es relevante porque es el alimento de diversos microorganismos de dicha barrera.
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