La respuesta ante esta interrogante es sí, siempre que la ingesta de frutas sea con moderación.

Existe la creencia de que la fruta de noche engorda, pero es un mito. Este alimento no cambia de propiedades ni se hace más energético cuando llega la noche, no obstante, si durante el día hemos cubierto nuestras necesidades de calorías y a esto agregamos fruta u otro alimento, aún cuando tenga pocas calorías, este aporte adicional se acumula en el cuerpo en forma de grasa.

El organismo es como una empresa y si le das energía no la va a perder, por el contrario, la guarda como reserva. Un plato de fruta con yogurt descremado y germen de trigo es un ejemplo de cena, en especial para personas adultas sedentarias. Aporta vitaminas, minerales, azúcares de fácil digestión, proteínas, adecuado contenido de grasa y suficientes calorías.

Existen algunas condiciones de salud en la que la fruta no conviene de noche debido a que tienen alteraciones en el metabolismo de los azúcares. Por ejemplo, en casos de hipotiroidismo, diabetes, resistencia a la insulina, entre otras.

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