Una enfermera que había atendido a un paciente de 70 años con coronavirus o Covid-19 y que luego falleció, le robó su tarjeta de crédito.
Tres días después de la muerte de su padre, su hija descubrió que alguien había robado la tarjeta de su papá porque aparecieron excesivos gastos como de compra de gasolina y víveres. En total, menos de 60 dólares.
Tras pedir información, descubrió que la ladrona había sido una de las enfermeras que atendía a su papá en el hospital de la Universidad de Staten Island, en Estados Unidos.
De inmediato, la enfermera fue suspendida de su trabajo y ahora afronta una investigación.
“No puedo creer que una persona pueda hacer algo así a alguien que lucha por su vida (...) Es asqueroso. Nunca en un millón de años esperé que algo de esto sucediera”, dijo Tara Catapano a medios estadounidenses.
“Ella es un ser humano despreciable”, agregó indignada la hija del hombre fallecido por la pandemia.