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Aunque a casi para todo el mundo ha cambiado el ritmo de vida a causa de la pandemia del nuevo coronavirus, a algunos nos ha costado más trabajo adaptarnos a las circunstancias. Tal es el caso de Pop, un perrito que se volvió viral por su triste mirada tras varios días de aislamiento.
El can, que dio la vuelta al mundo con sus fotografías bajo el apodo de 'Big Poppa‘, gusta de acompañar a su dueña, Rashida Ellis, a los sets de grabación donde ella trabaja como diseñadora de vestuario.
Sin embargo, la vida del tierno Bulldog inglés ha dado un giro radical desde que el brote de COVID-19 confinó a miles de ciudadanos estadounidenses en sus hogares para frenar la propagación del virus.
Desde aquel momento, Ellis se ha limitado a trabajar desde casa, vendiendo prendas en línea, por lo que su fiel compañero ha permanecido encerrado, lejos de la interacción con otras personas.
En sus redes sociales, Rashida compartió una postal del perro evidentemente desanimado, sentado a la orilla del apartamento de su dueña, por lo que la diseñadora sugirió que “extraña jugar con los niños del edificio, sólo los observa desde el patio”.
La publicación, donde la dueña apoda a su can como Big Poppa, se volvió viral casi de manera instantánea, donde usuarios de Twitter fueron conmovidos por el perrito y expresaron su deseo de ‘defenderlo del covid’.
De acuerdo con declaraciones de Ellis al medio norteamericano, Pop es un animal demasiado sociable, que gusta de acompañar a los perros de los actores durante las filmaciones. Esto explicaría su dificultad para sopesar el confinamiento.
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