Es un animal muy inteligente. Es hembra, pero le seguirán llamando Lorenzo, porque es su nombre.
Es un animal muy inteligente. Es hembra, pero le seguirán llamando Lorenzo, porque es su nombre.

La historia de amor entre un loro y su mamá humana ha acabado bien, porque el animal regresó la alegría al hogar de doña Susy, porque una persona anónima le entregó al ave que le robaron.

El loro Lorenzo ya está junto a su familia, después de desaparecer tres días, desde que lo sustrajeron de la vivienda en Río Blanco, Veracruz, México. Su familia agradece a El Sol de Orizaba por difundir la historia, que llegó a oídos del ciudadano que lo compró sin saber que lo habían robado y lo devolvió a su dueña. Así lo relata la periodista Mayra Figueiras, quien entrevistó a la dama ya feliz con su loro al lado.

“Los animales nunca dejarán de sorprendernos y quienes tienen mascotas lo saben, sus gestos y actitudes nos enternecen y nos arrancan carcajadas, otros, por su increíble inteligencia nos dejan asombrados. Es el caso del protagonista de esta historia que se volvió viral en redes sociales, el loro Lorenzo, de plumaje verde y amarillo, con 26 años de edad, al que se robaron, retornó a su hogar” refiere la periodista.

Lo que pocos saben es que hace poco descubrieron que el loro es hembra, pero le seguirán llamando Lorenzo, porque es su nombre.


Tristeza por robo de loro

Días atrás, familiares y amigos de doña Susy pidieron ayuda para localizar a su loro, que había sido sustraído de la vivienda.

Hernán, hijo de doña Susy recordó que el animal era bien conocido por los vecinos, pues canta y silba una marcha de corte marcial, además de que a su dueña le dice mamá. El robo hubiera pasado desapercibido de no ser porque doña Susy lo extrañaba mucho, pues era su única compañía durante el día y la alegraba. Para no ver triste a su mamá, comenzaron la búsqueda del animal con el que ella ha tenido a un hijo más y amigo durante 26 años.

“El loro es muy especial, solo se deja tocar por mi madre, que le tiene mucho cariño. Lo compró mi abuelita siendo un polluelo, no tenía plumas; antes de morir, mi abuelita lo dejó al cuidado de mis papás; hace poco tiempo falleció mi padre y su acompañante ahora es el perico”, refieren en casa.

Gracias a Dios, a oídos de la persona a quien vendieron el loro llegó la historia de Lorenzo y lo devolvió a su dueña original. Familiares y amigos de doña Susy agradecen a El Sol de Orizaba, por difundir la historia del loro Lorenzo, que tuvo un final feliz, pues regresó a su hogar sano y salvo, para seguir haciendo compañía a doña Susy.

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