Un estudio realizado con 320 hombres, durante cuatro años confirmó la eficacia de un nuevo método anticonceptivo para varones.
La inyección de progestina, una forma sintética de testosterona, detuvo el embarazo en el 96% de los casos.
Los científicos descubrieron que el nuevo anticonceptivo para hombres efectivamente previene el embarazo, pero el ensayo contraceptivo masculino fue interrumpido después de que los participantes reportaron efectos secundarios.
¿Qué es lo que sintieron? Nada menos que depresión, dolor muscular, acné y hasta problemas con la libido.
Pese a ello, casi el 75% de los participantes reportaron estar dispuestos a usar este método de anticoncepción al final del estudio.
Sin embargo, un comité independiente detuvo los estudios por "razones de seguridad" pues 20 participantes abandonaran las pruebas debido a los efectos secundarios de la inyección anticonceptiva.
Seis de los hombres se retiraron del estudio debido a cambios en el estado de ánimo, otros también lo hicieron por acné, dolor o "pánico" en las primeras inyecciones, así como palpitaciones, hipertensión o disfunción eréctil.
También se mostró preocupación por el impacto de la droga en la fertilidad, pues, después de un año, ocho participantes no habían vuelto a la fecundidad.
El comité dijo que "los informes de cambios de humor, depresión, dolor en el lugar de la inyección y aumento de la libido" fue lo que más alarmó.
Las mujeres han expresado su indignación por la cancelación del ensayo, ya que los efectos secundarios son similares a los experimentados por las mujeres que toman la píldora anticonceptiva desde que fue puesta a disposición por primera vez en los años sesenta.
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