En una cárcel de Washington (Estados Unidos), Shane Goldsby, preso por robar una patrulla y atacar a un policía, fue condenado a 24 años adicionales por asesinar a golpes a un pedófilo que fue asignado como su compañero de celda en junio del año pasado.
Robert Munger tenía 70 cuando fue asesinado, ingresó al Centro Correccional de Airway Heights a cumplir los 43 años de condena por múltiples cargos de abuso sexual y pornografía infantil y, pese a la gravedad de sus delitos, alardeaba de ellos frente a otros reclusos.
Por una falla del sistema, Munger fue asignado como compañero de celda de Goldsby: en prisión este último se enteró que Munger violó a su hermana, aún menor de edad, y explotó.
En un área común de la prisión, Goldsby se acercó por detrás de Munger y le atacó, tirándolo al suelo, lo golpeó y pateó en la cara 14 veces y luego le piso la cabeza otras cuatro, según informa KHQ.
En aquella ocasión declaró: “Tenía tantas cosas en la cabeza. No estaba estable en ese momento. Yo no lo estaba. Estaba llegando a ese punto, porque (Munger) seguía queriendo darme detalles sobre lo que sucedió, lo que hizo, sobre las fotos y los videos de él haciendo estas cosas. Se estaba acumulando”.
Goldsby agregó que solo tenía la intención de dañar, no matar a Munger, y hubiera preferido verlo pasar toda su vida en la cárcel.
Antes del ataque, Goldsby solicitó un compañero de celda diferente, pero fue ignorado por las autoridades.
La portavoz del Departamento de Correcciones del Estado, Janelle Guthrie, manifestó que los funcionarios de la prisión revisan una variedad de información al determinar las asignaciones, incluidos los antecedentes penales de los presos, problemas médicos y de salud mental, afiliaciones a pandillas y participación en actos de violencia pasados.
Sin embargo, según informó Spokesman-Review, se descubrió que debido a problemas como los diferentes apellidos no se pudo encontrar la fatal conexión entre Goldsby y Munger.