Cuando Marion Jarvis murió de cáncer de estómago hace 15 años a los 82 años, Katherine Quick y su madre pidieron que la enterraran en el mismo cementerio que sus abuelos que habían muerto en 1930.
Desde ese entonces, la familia visita la tumba de Marion Jarvis ubicada en la ciudad de Penarth, Gales. Pero no fue hasta que Katherine Quick decidió abortar ya que la vida de su futura hija y la de ella peligraban.
Descubrieron que Marion Jarvis no estaba en la cripta familiar, si no que estaba enterrada en un sepulcro contiguo. La familia decidió mover a su ser querido y tuvieron que pagar por el error que cometió la funeraria.
"Es desgarrador saber que si no hubiese perdido mi bebé, nunca habría sabido que mi abuela estaba enterrada en el lugar incorrecto", declaró Quick a Metro.
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