¡Lo más triste! El año pasado esta fotografía se viralizó a través de las redes sociales, pues mostraba un gran acto de amor de un padre con su pequeño niño que lidiaba con una penosa enfermedad.
Es así que Josh Marshall no dudó en tatuarse la cabeza con la misma cicatriz que tenía su pequeño, producto del cáncer con el que estaba luchando.
Pero, esta vez Josh ha recibido la noticia más triste y difícil de su vida, el cáncer ha vuelto y ha aparecido un tumor mucho más grande en la cabeza de su hijo.
Los doctores sostienen que este tumor se encuentra en una zona que no permite la operación: "Él es mi superhéroe. Me ha enseñado el verdadero significado de la vida y cómo sacar el máximo provecho de todo", escribió el papá en su página de Facebook.
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