A través del 'Daily Mail', el segundo periódico más leído en el Reino Unido, el exceso de ejercicio ocasionó en una mujer inglesa de Sandhurst una enfermedad potencial mortal en la que sus músculos empezaron repentinamente a "devorarse" a sí mismos.
"Me parecía a Popeye", comentó Amelia Burns, quien evidenció un aumento de tamaño considerable en sus brazos y se desmayó inmediatamente después de verse.
Aquel problema produjo en Amelia Burns una extraña inflamación que duró dos días aproximadamente ocasionándole además profundo dolor de cabeza y que "nunca" se hubiera sentido "tan mal" en su vida.
Al sentirse mal y no encontrar una solución, Amelia Burns fue hospitalizada y le diagnosticaron rabdomiolisis, un trastorno caracterizado por la desestructuración y posterior necrosis del músculo esquelético.
Actualmente, Amelia Burns continúa un proceso de recuperación, pero no puede desarrollar las mismas sesiones físicas ya que "todavía no tengo la energía que solía" y eso "me da mucho miedo".
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