Magaly Moro

Renato (35 años, Salamanca). Señora Moro, estoy bastante conflictuado con mi relación amorosa con Mariela.

Lo que sucede es que esta señorita, con quien tengo 8 meses de relación, consume demasiados postres y no encuentro la forma de hacer que pare con eso.

Aunque no soy un amante de la comida saludable y las dietas, siempre me ha gustado cuidarme. Hago ejercicios diariamente y procuro no comer tanta grasa ni dulces. Sin embargo, ella es totalmente lo contrario. Después de cada comida va a su refrigeradora y saca un postre, ya sea torta o alfajores, se sienta y se lo devora acompañado de una gaseosa. Lo mismo hace cuando está abrumada de trabajo. Puede llegar a comer, al día, 6 pedazos de pastel. ¡Es un exceso, doctora!

Yo la conocí un poco subida de peso, pero ahora la encuentro irreconocible. Mientras yo cada vez bajo kilos, ella los va subiendo. Su figura se ha transformado por completo en estos meses.

He intentado convencerla para que haga ejercicios en casa, porque no tiene mucho dinero, pero ella se niega rotundamente. Asimismo, he intentado cambiar sus postres con altas dosis de azúcar por otras opciones más saludables, encontré una tienda que vende tortas en baja calorías, pero es inútil. Mariela se molesta y sale a comprar su queque de naranja en la esquina de mi casa.

A veces siento que esto ya es un caso perdido. ¿Qué me aconseja, doctora? No quiero que mi novia se sienta avergonzada por mis comentarios si le sigo insistiendo, pero me preocupa su salud.

Ojo al consejo

Estimado Renato, me alegra mucho que no solo estés pensando en mejorar tu estilo de vida, sino también el de la gente que te rodea, como tu pareja. Te recomiendo que busques, ya sea en Internet o con un especialista, las consecuencias de consumir tanto azúcar y, de una forma muy serena, comunicárselo. Quizás con esta información tome más conciencia. Ten paciencia.