Me gusta, pero es muy misterioso

LUISA (45, Barranco). Me enamoré perdidamente de un hombre hace muchos años, pero luego, por cosas del destino, desapareció de mi vida,
dejándome únicamente el recuerdo de sus besos y caricias. De eso ya han pasado 15 años. Y ahora, me he vuelto a cruzar con él y no sé, en realidad, si es que deseo reanudar lo que dejamos pendiente.

No sé mucho de su vida tampoco. Karlo me ha contado que viajó al extranjero, que se casó y se divorció, que al acumular una buena suma de dinero ha decidido retornar al país para radicar definitivamente junto a su familia. Es lo poco que me ha contado.

Karlo, sin embargo, se mantiene igualito de cuando vivimos un tórrido romance y me hacía suya una y otra vez. Porque yo vivía para él. No tenía reparos en entregarme a sus brazos para saborear sus besos, sentir sus caricias y encender mis llamas con su cuerpo fuerte y bien varonil.

Yo tampoco tuve suerte en mi anterior compromiso, no fue lo que esperaba y terminamos separándonos para buscar cada uno su destino.
Lamentablemente, la fortuna sigue sin aparecer en mi vida y continúo sola.
Pero la aparición ahora de Karlo enciende una llamita de esperanza en mi corazón. 

Lo que me asusta es qué hizo tantos años fuera y por qué decidió regresar y cuáles son las razones de tanto misterio. He tratado de conversar mucho con él, pero lo veo esquivo, misterioso, bastante diferente al chico del que fui suya innumerables veces.

¿Usted qué piensa, doctora, de esta extraña situación que me ha tocado vivir? No sé si debo seguir adelante con esta relación o mejor dejo todo ahí nomás.