Mi esposo dejó de gustarme
Mi esposo dejó de gustarme

Camelia (40, Jesús María). Me casé muy enamorada de Augusto, quien es quince años mayor que yo, pues pese a la diferencia de edad nos comprendíamos a la perfección y era un excelente amante.
Llevamos quince años de casados y en todo este tiempo fui feliz, pues confieso que jamás tuvimos problemas de celos e inseguridades. Lamentablemente no tuvimos niños, pues tengo problemas de fertilidad, pero él supo entenderme.
Entonces nos dedicamos a vivir el uno para el otro, hemos viajado por el país dentro de la medida de nuestras posibilidades y logramos tener una casita propia, pues ambos trabajamos. Jamás me ha dado problemas por cuestiones de infidelidad o que sea celoso, pues siempre estuvo seguro de mi amor y yo de sus sentimientos hacia mí.
Pero desafortunadamente Augusto se enfermó hace un par de años y poco a poco fue perdiendo su vitalidad sexual, además de deteriorarse físicamente. Sorpresivamente comenzó a bajar de peso y le diagnosticaron diabetes. Sé que es una enfermedad controlable, pero Augusto no se cuida y no quiere hacer dieta, cuando vamos a reuniones o salimos de paseo come y toma licor.
Ese descuido ha hecho que baje más de 20 kilos y hasta se le ha caído gran parte de su dentadura. Mi marido sólo tiene 55 años, pero parece de 70, porque es bien canoso y parece un viejito. He querido teñirle el cabello, pero no quiere y cuando hemos ido al dentista no quiere que le pongan una plancha con dientes postizos, pues tiene miedo de que le vaya a doler. Por su deterioro ha dejado de gustarme, ya no tenemos relaciones y tampoco quiero que me bese, pues al estar sin dientes me da nervios besarlo.
Lo peor doctora, es que yo me siento en mi plenitud sexual, necesito ser amada y tengo más de un pretendiente, pues mis amigos saben en qué estado se encuentra Augusto. Estoy tentada en serle infiel, pero me arrepiento porque si bien ya no lo amo, lo quiero mucho y no quiero engañarlo. He querido pedirle el divorcio para ser libre y hacer mi vida con otro hombre, pero por otro lado tengo cargos de conciencia de dejarlo solo ahora que está enfermo.