Mi jefe me mira con deseo
Mi jefe me mira con deseo

Pamela (29, Santa Anita). Doctora, estoy pasando por un dilema amoroso que pensé no volvería a afectarme de nuevo.

Le cuento que hace ocho años conocí a Diego, un joven humilde que se ganaba la vida como asistente de ventas en un pequeño negocio que había creado junto a su hermano. Estuve trabajando en aquel lugar unos meses porque mis tíos conocían al padre de Diego y les comentó que necesitaba hacer mis prácticas como asistente de cuentas.

Diego y yo nos hicimos muy cercanos, pero nunca tuve la intención de tener algo más allá de una amistad. Sin embargo, así no lo pensaba mi entonces compañero.

Cumplidos mis tres meses de labores, me retiré y le dije a Diego que si quería mantener contacto conmigo, no pensé que podía malinterpretar la situación en algún momento.

Nos reuníamos con algunos amigos que habíamos conocido durante mi estancia en su negocio. La situación continuó con el paso del tiempo y no hubo mayor problema.

La sorpresa llegó cuando descubrí que había postulado a la misma compañía donde trabajo actualmente.

Hace tres semanas que está contratado y no puedo evitar toparme con él en algunos momentos.

Si bien siempre ha tenido una actitud coqueta, ahora siento que me mira de una manera más intensa, por no decir obscena.

Sin embargo, he sentido un poco de temor al tratar de comentarle este problema porque Diego ahora es mi jefe directo. Tengo miedo de que si el resto de mi área se entera de lo que pasó antes, piense que exagero con el asunto.