No trabaja por baile y Mundial
No trabaja por baile y Mundial

Amelia (35, San Luis). Doctora, ya no sé qué hacer con Augusto, mi esposo, quien se ha vuelto fanático de los programas de baile y canto que se transmiten por la televisión. No se contenta con mirar el reality 'El gran show' de Gisela Valcárcel y 'Amigos y rivales' de Habacilar, pues también tiene que ver el reality 'El gran chongo' de la 'Urraca' Magaly Medina. Incluso, lloró como un niño cuando Delly Madrid fue eliminada del reality mexicano.
Mi calvario se inicia todos los lunes en la madrugada, pues se planta delante de la TV para contemplar el Segundo Campeonato Mundial de Baile realizado en México. Este programa termina casi a las dos de la mañana y no le importa, pese a que sólo duerme un par de horas antes de salir a trabajar, a las seis de la mañana.
Mi esposo es un taxista trabajador y honrado, pero siempre llega alocado a la casa a las 6:30 de la tarde para ver el programa del feo Raúl Romero.
Los jueves mi tormento es mayor, pues además tiene que ver puntualmente 'El gran chongo'. Es el hincha número uno de Marco Antonio, el conocido vendedor, y de Roberto Martínez, el ex capitán de la 'U'.
Para mi mala suerte, se inició el mundial Sudáfrica 2010. Ahora mi hogar se ha transformado en un campo de fútbol por toda la bulla de los silbatos, cánticos y el insoportable sonido de las vuvuzelas me está volviendo loca.
Nosotros somos una familia humilde y lo poco que gana mi marido es para comer y criar a nuestros dos pequeños hijos. Sin embargo, la semana pasada su locura llegó al extremo. Cansado de mover la antena del televisor, llegó con un moderno televisor pantalla plana sólo para ver los realitys musicales y el mundial en HD (alta definición).
Mi esposo ya no quiere ir a trabajar y su excusa es que tiene que ver el mundial, e incluso por ello permite que mis dos hijos dejen de asistir al colegio. Doctora, la plata no alcanza y él sólo piensa en escuchar cantos desafinados, ver bailes rimbombantes y más fútbol.