Las redes sociales son muy útiles para desarrollar habilidades de aprendizaje, comunicación y sociabilización; así como para eliminar límites para mantenernos conectados con nuestros seres queridos sin importar el lugar donde se encuentren. Según un estudio publicado por la consultora Comscore en el 2019, los peruanos pasan un promedio de 25 horas mensuales en el celular. Sin embargo, en los últimos tiempos muchas personas se han vuelto adictas a estas aplicaciones debido a la pandemia por COVID-19.
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Al respecto, la psicóloga Mary Castro, de la Clínica Ricardo Palma, explica que los adolescentes son más propensos a presentar este tipo de dependencia; ya que se encuentran en una etapa de inestabilidad propias del desarrollo humano y sus intereses cambian con mucha frecuencia.
Por ello, los padres deben estar muy alertas con el comportamiento de sus hijos, a fin de identificar de manera precoz algún comportamiento sospechoso. Deben preocuparse por pasar tiempo de calidad con sus engreídos.
La especialista recalca que la comunicación es fundamental para evitar este tipo de situaciones, en especial, en esta época de pandemia en que es muy frecuente que las personas tengan una o dos redes sociales para mantenerse ‘informados’.
Asimismo, advierte que los adolescentes no son los únicos que sufren esta dependencia, los adultos también. Entre las causas más frecuentes de esta adicción se encuentra la insatisfacción personal, depresión, falta de afecto, entre otras.
Los síntomas más frecuentes de adicción a las redes son:
- Ansiedad. Cuando la persona no tiene cerca su teléfono o su laptop se siente intranquila o nerviosa porque no puede ingresar a sus redes y ver lo que está sucediendo.
- Irritabilidad. Enojo y fastidio cuando utiliza el dispositivo y alguien lo interrumpe. Muestra ira exagerada, lo mismo ocurre cuando pierde de vista el aparato.
- Poca tolerancia a la frustración. El individuo no tolera que su entorno real no sea tan dinámico y entretenido como sus redes sociales.
- Sueño alterado. La persona pasa muchas horas en la noche revisando las diversas plataformas y no descansa de manera adecuada ni las horas que debería.
- Aislamiento. El joven empieza a aislarse de su entorno familiar y social y muestra poco interés en compartir con otras personas.
Si reconoce estas características en su ser querido, la especialista recomienda buscar ayuda profesional, a fin de identificar la causa del problema y superarlo.