Se trata de una bebida muy antigua hecha a base de un proceso de fermentación por una mezcla de levaduras y bacterias específicas denominadas, en su conjunto, kombucha. Lo que se fermenta es una infusión de té a la cual, además, se le agrega azúcar.

La kombucha contiene algo de gas, de sabor dulce y ácido que requiere un arduo control porque los microbios inoculados para la fermentación pueden contaminarse con otros que causan enfermedad.

Esta bebida es originaria de China y data desde el año 220 a.C en Manchuria, durante la dinastía Tsin. Hacia el 414 el Dr. Kombo la lleva a Korea y Japón para tratar problemas gastrointestinales del emperador. Gracias a los viajeros llega a Europa para extenderse a todo el mundo.

Hay muchas publicaciones y artículos sobre sus beneficios, sin embargo, lo que podemos afirmar hasta el momento es que se trata de una bebida probiótica que refuerza la microbiota intestinal.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: