La autora Sheril Kirshenbaum, famosa por su best seller La ciencia del besar, es tajante al afirmar que “el beso es una especie de mapa en bruto que diseña lo exitosa o desastrosa que puede llegar a ser una relación romántica”.
De acuerdo con ella, el primer beso es más determinante para el futuro de la pareja que el mismo sexo, pues -aunque usted no lo crea- es mucho más íntimo. “Cuando besamos nos aproximamos cara a cara, intercambiamos todo tipo de información importante sobre la compatibilidad y la experiencia. De hecho, a lo largo de la historia es conocido que las prostitutas no besan a sus clientes por la conexión emocional que dicho acto conlleva", agrega Kirshenbaum.
Además, el beso es un intercambio químico. Hay olores, sabores y formas de tocarnos específicas. Estos elementos pueden producir o no una reacción hormonal que provoque el enamoramiento.