Huevo frito. (jairojehuel | Pixabay)
Huevo frito. (jairojehuel | Pixabay)

El error más grave con el está en que te guste de una forma y lo hagas de tal forma que te quede justo como te gusta. Es por eso que ahora te diremos los errores más comunes al preparar este plato que parece fácil de preparar, pero en realidad hay toda una ciencia detrás.

1. Compra un huevo de mala calidad

Un buen huevo frito necesita de un buen huevo. Suena algo bastante lógico, pero en más de una ocasión es un detalle que se nos olvida. Ya sea por ahorrarnos unos centavos o por no caminar un poco más que terminamos comprando huevos de mala calidad. Es muy importante que el huevo sea fresco, el tamaño no es tan importante, pero la calidad es algo que no debemos dejar al azahar.

2. No usar la sartén adecuada

Para un huevo frito es conveniente elegir una sartén antiadherente y más pequeña que grande, así no se esparce el aceite y el huevo queda más recogido. Con respecto al aceite, basta con que sea de buena calidad y en el mejor de los casos podría ser de oliva. Eso sí, y por favor, que no sea reutilizado.

El éxito de todas las recetas con huevos siempre está relacionado con la calidad del huevo. (Pixabay)
El éxito de todas las recetas con huevos siempre está relacionado con la calidad del huevo. (Pixabay)

3. Poner poco aceite y fuego bajo para hacer un huevo crujiente

Si nos gusta el huevo frito crujiente con los bordes llenos de ampollas bien tostaditas debemos tener claro que tiene que haber suficiente aceite. Este tiene que estar muy caliente, a unos 170 grados o un poco más, y la cocción tiene que ser rápida. Es una técnica que precisa de algo de destreza ya que un descuido implica que no salga como uno lo busca. Atención con los salpicones de aceite caliente.

4. Poner mucho aceite y fuego muy alto si nos gusta el huevo tierno

Si nos gusta el huevo tierno debemos tener en cuenta que no se tiene que poner demasiado aceite en la sartén. Lo que sí se sugiere es tomar aceite de la sartén con una cuchara e ir tirándolo encima de la yema mientras se fríe para que se forme una película que ayude a que no se reviente y a que quede un poco cruda y más sabrosa. Si lo tiras sobre la clara conseguirás que se tueste un poco.

5. Olvidarse de la sal

Utilicemos la técnica que utilicemos o sea como nos guste, en ningún caso hemos de olvidar ponerle sal al huevo frito. En esto también hay diversidad de opiniones: algunos prefieren poner una pizca de sal fina nada más tirar el huevo a la sartén en la yema, y otros, que siempre la ponen al final de la cocción. Sea como fuere, en esta parte del asunto lo dejamos al gusto personal de cada uno.

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