El cáncer de mama es la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres peruanas. Las cifras del Ministerio de Salud (Minsa) 2021 ponen en evidencia una incidencia anual de alrededor de 28 casos por cada 100,000 habitantes. Las regiones de Lima, Callao, Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad enfrentan índices alarmantes de detección temprana. Sin embargo, detrás de esta estadística desafiante, surge una oportunidad vital para cambiar la narrativa: la descentralización de la atención del cáncer de mama.
El doctor John Valentín Bejarano, Director de Medicina del IREN Centro, sostiene que la detección temprana es el faro que guía hacia un pronóstico positivo en la batalla contra el cáncer de mama. Este desafío subraya la necesidad urgente de llevar los servicios de salud especializados a cualquier parte del país.
“La clave para enfrentar este desafío radica en la descentralización de la atención médica. Es crucial asegurar que las mujeres, independientemente de su ubicación geográfica, tengan acceso equitativo a servicios de calidad. Especialmente en las áreas rurales y remotas, donde los recursos son escasos y la capacitación médica es limitada”, comentó el experto.
Asimismo, Valentín Bejarano, señala la importancia de seguir las recomendaciones de la Sociedad Americana Contra El Cáncer (ACS), la cual respalda esta visión y establece recomendaciones claras para la detección temprana del cáncer de seno en mujeres con riesgo promedio:
- Mujeres de 40 a 44 años tienen la opción de realizarse mamografías anuales.
- Mujeres de 45 a 54 años deben someterse a mamografías anuales.
- A partir de los 55 años, las mujeres pueden cambiar a mamografías cada 2 años o continuar anualmente, siempre y cuando tengan una expectativa de vida de al menos 10 años.
- Los exámenes clínicos de los senos no se recomiendan para mujeres de riesgo promedio a cualquier edad.
Al respecto, el especialista resalta que 1 de cada 4 pacientes con cáncer de mama, en la macro región centro del Perú, son diagnosticados con un cáncer de mama avanzado, pero no pueden ser tratadas con medicamentos innovadores. Por este motivo, resalta que el uso de estos no debería de ser prohibido en escenarios en los que la enfermedad esté avanzada, ya que la forma de combatirla sería más eficaz si no se limitan solo a una etapa temprana.