Cuando me encuentro con algún emolientero necesito preguntarle qué variedades tiene. El emoliente se hace básicamente de cebada más una variedad de hierbas que se estiman medicinales como la cola de caballo, llantén, boldo y semillas como la linaza. Actualmente existe una gran variedad de sabores, según los agregados.

Una de las cosas que suelen hacer para endulzar sin azúcares ni edulcorantes es hervir el emoliente con trozos de piña en su punto. Así sus azúcares naturales le dan el dulzor y aportan minerales de la fruta que pasan al agua.

Un buen emoliente debe ser espeso, allí concentra fibra soluble que ayuda a reducir colesterol en sangre. Debe tener cebada y hierbas porque estas favorecen el trabajo digestivo. Las frutas añadidas suelen sumar minerales. Si alguna vez pensaron que algunos licores como el anisado son bajativos es un error. El emoliente cumple esa función y más.


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