Nabo. (Getty)
Nabo. (Getty)

En un tiempo, el nabo era a Europa como la papa es al Perú, es decir, un alimento que era parte importante en la dieta diaria de los europeos. El nabo es una raíz que pertenece a la familia de las crucíferas y una de sus características es tener compuestos azufrados que le dan el olor característico. Además, tiene poder antioxidante y, al parecer, protector de las células.

En cuanto a lo nutricional es muy bajo en calorías. Lo que más contiene es agua en un 90 % y fibra dietética que previene el estreñimiento. Entre los minerales destaca el potasio, lo que hace de este alimento conveniente para hipertensos, deportistas y bueno para recuperar electrolitos frente a la sudoración.

Las personas que tienen predisposición a hacer cálculos renales deben controlar su consumo debido a que tiene oxalatos. Sucede que al combinarse con alimentos fuentes de calcio podrían formar oxalatos de calcio que luego generan cálculos.