Incorporar colores a nuestra vida es esencial, ya que permite mantener la armonía, el equilibro y expande nuestra conciencia. Podemos beneficiarnos de sus bondades al escoger la ropa que nos ponemos, también al meditar visualizando los colores que necesitamos y mediante la alimentación; aquí tienen detalles de sus beneficios:
ALIMENTOS ROJOS.
Calientan y al comerlos estimulan la base de la columna vertebral, el aparato reproductor y todos los órganos de esa área. Favorece la entrada de calor y la temperatura corporal, estimulando la circulación de la sangre.
ALIMENTOS ANARANJADOS.
Son eficaces cuando se trata de estimular el apetito y facilitan la digestión. Aportan energía física, actuando como potentes tónicos. Nutren y equilibran el área de los intestinos, bazo y vejiga; además estimulan la creatividad y nos ayudan a relacionarnos con los demás.
ALIMENTOS AMARILLOS.
Revitalizan el centro que absorbe la fuerza vital. Mejoran la habilidad para sentirse alegre y positivo. Estimulan las facultades mentales y el cerebro. Los órganos que se favorecen son: hígado, piel y el sistema nervioso central.
Cada color tiene una determinada frecuencia vibratoria que produce un efecto en cada centro de energía (chakras).
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