El cáncer ha estado en la vida de Silvia desde joven, además de haber afrontado dos diagnósticos de cáncer y una lesión premaligna, sus padres y su esposo murieron a causa de esta enfermedad. Foto: Mario Zapata - GEC
El cáncer ha estado en la vida de Silvia desde joven, además de haber afrontado dos diagnósticos de cáncer y una lesión premaligna, sus padres y su esposo murieron a causa de esta enfermedad. Foto: Mario Zapata - GEC

¿Cómo le explicas a tu hijo pequeño que tienes cáncer? De manera directa y sencilla, pero muy creativa. Así lo hizo Silvia Miró Quesada con su hijo Francisco que tenía 7 años cuando a ella le diagnosticaron cáncer al colon. Él fue a visitarla a la clínica, la vio conectada a un portasuero y se impresionó.

“Cuando yo vi entrar a mi hijo, el chico miraba y miraba el portasuero. ¿Qué pasa, qué miras?, le dije. Eso, eso. ¿Eso qué? Me señala el portasuero. Yo lo miro, le digo, ¿no te das cuenta?, es un lindo perrito. Se llama Bobby, está moviendo el rabo, quiere pasear. Ese fue el gancho que me sirvió para explicarle lo que significaba el cáncer”, recuerda la también escritora y periodista.

La escritura fue para Silvia el bálsamo para superar sus momentos más difíciles y Bobby el personaje que la ha acompañado en su labor como comunicadora para orientar y apoyar a los pacientes oncológicos. Foto: Mario Zapata - GEC
La escritura fue para Silvia el bálsamo para superar sus momentos más difíciles y Bobby el personaje que la ha acompañado en su labor como comunicadora para orientar y apoyar a los pacientes oncológicos. Foto: Mario Zapata - GEC

Y fue así también como Bobby se convirtió en el compañero de Silvia y decidió publicar el libro “Unos días con Bobby”, que cuenta la historia del pequeño Rómulo, un niño que un día se entera que su mamá tiene cáncer.

Apoyo. La escritura fue para Silvia el bálsamo para superar sus momentos más difíciles y Bobby el personaje que la ha acompañado en su labor como comunicadora para orientar y apoyar a los pacientes oncológicos. “Bobby es puro amor, es solidaridad. Yo no soy una persona paciente, pero con el paciente que estoy acompañando en su proceso, sí lo soy, y en eso me ayuda Bobby, él despierta en mí la paciencia”.

Bobby se convirtió en el compañero de Silvia y decidió publicar el libro “Unos días con Bobby”, que cuenta la historia del pequeño Rómulo, un niño que un día se entera que su mamá tiene cáncer. Foto: Mario Zapata - GEC
Bobby se convirtió en el compañero de Silvia y decidió publicar el libro “Unos días con Bobby”, que cuenta la historia del pequeño Rómulo, un niño que un día se entera que su mamá tiene cáncer. Foto: Mario Zapata - GEC

El cáncer ha estado en la vida de Silvia desde joven, además de haber afrontado dos diagnósticos de cáncer y una lesión premaligna, sus padres y su esposo murieron a causa de esta enfermedad. Ella es una guerrera; pero ¿nunca tuvo miedo? “Cuando me dijeron la primera vez tienes cáncer, sí me chocó. Tenía 37 años. Cuando me diagnostican el segundo cáncer, de mama, mi primera reacción fue ‘Ay, qué flojera, volver a comenzar toda esta vaina’. Yo tengo una característica que me gusta darle vuelta a la tuerca. No me gusta dramatizar”, comenta.

Para Silvia, el cáncer más que una enfermedad compleja, a ella le abrió una ventana de oportunidades. De poder ayudar. Desde su experiencia como paciente oncológica, apoya a quienes transitan por esta enfermedad o tienen algún familiar con este diagnóstico. A través de su asociación “Unos días con Bobby” difunde información sobre prevención y apoya campañas de salud.

“El cáncer es una enfermedad que te golpea. El miedo es la primera reacción que tú tienes cuando te dicen tienes cáncer, pero no puedes vivir con miedo, rápidamente uno tiene que enfrentarse a sí mismo y decir, vamos adelante, al cáncer yo lo venzo”, pecisó Silvia.

La doctora Lía Rebaza, cirujano oncólogo de mama, partes blandas y piel de Oncosalud, resalta que el apoyo de la familia al paciente con cáncer es fundamental, al igual que los exámenes preventivos. Foto: Mario Zapata - GEC
La doctora Lía Rebaza, cirujano oncólogo de mama, partes blandas y piel de Oncosalud, resalta que el apoyo de la familia al paciente con cáncer es fundamental, al igual que los exámenes preventivos. Foto: Mario Zapata - GEC

La importancia de los exámenes preventivos y la risa

La doctora Lía Rebaza, cirujano oncólogo de mama, partes blandas y piel de Oncosalud, resalta que el apoyo de la familia al paciente con cáncer es fundamental. “Cómo interactuar con el familiar va a depender de lo que el paciente necesite, y necesidades no solo económicas o anímicas, sobre todo emocionales. Es importante pedir asesoría con el psicólogo oncólogo si no nos sentimos preparados”, recomienda.

La prevención es fundamental en los casos de cáncer, por ello la doctora Rebaza recomienda evitar la obesidad o sobrepeso, realizar actividad física, una mamografía una vez al año y hacerse el autoexamen de mama una vez al mes. “Y el último gran tip es el ser feliz. La risa, la sonrisa, los abrazos, el conectar con las personas, te enriquece y eleva tu sistema inmune”, finaliza la especialista.

ALGO MÁS

Oncosalud ha lanzado la campaña  “Al cáncer de mama lo vencemos juntos”, sobre la importancia de la detección temprana.


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