Flor Azucena Piscoya Alva (40), una seguidora de los Hare Krishna, murió luego de ser baleada en el rostro cuando un grupo de hampones intentó asaltar la finca que los devotos de Krishna tienen en Chacra y Mar, en Chancay (Huaral).
La víctima se encontraba dentro del local —ubicado en el kilómetro 33 de la Panamericana norte—, donde se desarrollaba un congreso internacional de dicho movimiento religioso, en el que participaban cerca de 200 peruanos y extranjeros, la tarde del último miércoles.
Según los testigos, seis delincuentes armados —de aproximadamente 30 años, sin pasamontañas y a bordo de un auto plomo— dispararon cerca de 12 veces para ingresar a robar dentro del predio, ante la resistencia y gritos de los asistentes.
“Ella se encontraba en el snack, donde venden pasteles, dulces, cuando una bala perdida de los delincuentes le cayó a mi hermana. Solo pedimos a las autoridades que haya más seguridad en la zona, que nos ayuden con eso”, dijo Grabiel Piscoya, pariente de la fallecida.
Tristeza. Flora Piscoya, cuyo nombre espiritual era “Padmarani” (Bienaventuranza), fue auxiliada por uno de sus hermanos luego de la balacera. Su pariente la llevó al hospital Arzobispo Loayza, donde luego de varias horas falleció a las 5 de la mañana del pasado jueves.
“Mi hermana era muy querida entre nosotros. A ella la considerábamos una líder. Se encargaba de dar charlas, era expositora”, declaró Grabiel. En medio de cánticos, sus restos fueron velados en la Casa Vrinda, en el Cercado de Lima, por sus hermanos espirituales.
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