Hace poco se publicó un estudio en la prestigiosa revista The Lancet que muestra que cuando una persona decide reemplazar un alimento ultraprocesado por otro natural o mínimamente procesado puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas hasta en un 40 %.
Un alimento ultraprocesado es aquel cuyo origen puede ser un alimento natural. Sin embargo, pasa por un proceso de transformación físico y químico haciendo que pierda buena parte de los atributos nutricionales saludables, concentrando además calorías y nutrientes cuyo exceso puede causar problemas a la salud. Estos nutrientes son el sodio, los azúcares y las grasas saturadas y trans.
Un alimento ultraprocesado no debería ser un riesgo para la salud en la medida que se controle la cantidad y la frecuencia de consumo. El estudio en mención nos da sólido sustento para tener más elementos de convicción para elegir mejor.