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Día a día el mundo reporta nuevos casos de COVID-19, el también conocido popularmente como coronavirus, dando información a la sociedad de cómo está avanzando la enfermedad.
Ante este panorama, diversos países y ciudades en todo el mundo optaron por declarar una cuarentena extendida por varios días para prevenir la propagación del contagio. Argentina es uno de esos países, pero la historia de cómo el pueblo de Selva tuvo que adoptar un régimen más estricto es digna de contar, en especial porque una infidelidad se encuentra en el ojo de la tormenta.
Hoy en día, el pequeño pueblo del sur santiagueño se encuentra totalmente aislado y parece un pueblo fantasma. Los comercios, las escuelas y los edificios públicos se han cerrado, e incluso ha llegado al punto que los locales comerciales han evitado abrir por la historia colectiva de contagiarse del coronavirus.
Y más allá de ser algo injustificado, tienen una muy buena razón. La historia del reencuentro de dos viejos conocidos ha provocado que la ciudad entera se ponga en cuarentena, a la vez que sus protagonistas presentan uno de los escándalos más grandes de Argentina. ¿Qué pasó exactamente y por qué se tomaron medidas tan extremas?
LA HISTORIA DE INFIDELIDAD QUE PARALIZÓ SELVA
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Todo comenzó cuando un joven de 27 años, residente de Selva, descubrió que una antigua amante había regresado de España y se encontraba en su domicilio en Córdoba. La mujer en cuestión se comunicó con él para decirle que deseaba reencontrarse con él, así que el hombre decidió hacer unas maletas y viajar a la ciudad mediterránea para dar el encuentro.
Las intenciones eran obvias. A pesar de ambos estaban casados y vivían “felices” con sus parejas, tuvieron un encuentro fogoso en Córdova. Según cuenta Clarín, quien tuvo acceso a toda la historia, la mujer le confesó que tenía síntomas del COVID-19, pero a él no le importó y siguieron intimando mientras ella le contaba los detalles de su viaje a España.
El viernes, este joven regresó a su pueblo de Selva y se decidió por organizar un asado de bienvenida con una veintena de amigos. Todos compartieron historias entre copas, y fue bien entrada la noche cuando el joven dio detalles de su más reciente aventura. Lo que nadie esperaba es que confesara la parte en donde su amante parecía haber tenido síntomas del COVID-19, aunque no le dio la debida importancia.
Automáticamente, uno de sus amigos decidió contactar a la policía y al personal del Ministerio de Salud de la zona, quienes se movilizaron rápidamente para identificar a la mujer en pocas horas y obligarla a aislarse. Sin embargo, esta pesadilla recién comenzaría para el pequeño pueblo de Selva, ya que las consecuencias fueron peores para todos.
Parece ser que los funcionarios santiagueños se comunicaron con el gobierno cordobés para también poner en cuarentena al marido y a los respectivos amantes. Además, todos los asistentes al asado, las 20 personas y sus familiares, quedaron aislados totalmente a la espera de los resultados del COVID-19 que le aplicaron al joven local. Esto se tomó como una medida de prevención, pero no tardaría en volverse algo más grande que un simple aislamiento familiar.
“Acabamos de declarar en cuarentena toda la localidad de Selva, la que ha quedado cerrada al ingreso y egreso de personas y vedada cualquier tipo de actividad con permanencia en los hogares de sus habitantes”, declaró el gobernador Gerardo Zamora obligando así a todos los ciudadanos de Selva a quedarse en sus casas como una medida extrema de prevención.
El escándalo se hizo viral por lo curioso de la situación y porque nadie se esperaba que una historia de infidelidad escalara a tal grado de dejar a una ciudad de 2500 habitantes aisladas del mundo. Selva es la ciudad cabecera del departamento Rivadavia, 310 kilómetros al sur de Santiago del Estero, sobre la ruta nacional número 34, en el límite con Santa Fe. Además, colinda con Ceres que también estaría siendo aislada por el tránsito de personas entre un pueblo y otro.
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